domingo, 22 de julio de 2012

Miraflores-Morcuera-Rascafria-Canencia

Hoy tocaba ruta de las largas y teniendo en cuenta el calor que hacía había que buscar las alturas.
Una vez más el GPS y el gran blog de Alakan y sus crónicas de las rutas me iban a decir por dónde andar.
La tarde anterior lo dejé todo preparado para ir a Cercedilla y buscar un nuevo camino a Segovia, pero las cervezas de la noche cambiaron mis planes, amanecí un poco tarde y mejor no andar pendiente de trenes ni horarios de vuelta, así que cogí el coche y me fui a Miraflores. Lo primero que me llama la atención es la cantidad de ciclistas de carretera que hay por esta zona, buscan Morcuera y Canencia, pero la verdad es que desde el coche se ve peligroso andar por una carretera sin apenas arcén y en la que los coches te adelantan incluso en línea continua, algunos llevan prisa hasta los sábados.
Vistas desde la pista de subida a la Morcuera
Lo primero del día era la subida a la Morcuera, ya la conozco de otras ocasiones pero esta vez el track me tiene reservada una sorpresa, y no agradable, lo que se supone que es un atajo se transforma en un buen trozo no de empujabike, sino de llevar la burra a cuestas y saltando arbustos, esto al sol y con las cervezas de la noche anterior haciéndose recordar. Al final llego a la pista por la que siempre he subido el puerto y que es el camino que siguen el 90% de las rutas que podéis descargar, que aunque más larga sin duda es preferible al sitio por dónde he ido yo esta vez. Esta pista te lleva hasta 2 kilómetros de la cima, el resto hay que hacerlos por la carretera.
Fuente de Cossío. Da la vida después de subir el puerto.
Una vez arriba toca refrescarse en la Fuente de Cossío, recuperar fuerzas con un sandwich y descansar de la dura subida, la sudada que llevo encima es de órdago y todavía me quedan casi 60 kilómetros de ruta, esperemos que la cosa mejore de aquí en adelante porque si no habrá que buscar alternativas.
Desde aquí bajo por la cara de Morcuera por la que subí en mi última ruta, la verdad es que no me extraña que terminara de la subida hasta los mismísimos, porque la bajada es realmente larga, toda entre pinos y por una pista en bastante buen estado, con lo que el cuentakilómetros avanza que da gusto y me hace ver la ruta de otra forma.
Antes de llegar abajo decido ir a buscar la cascada del purgatorio, pero después de subir y bajar alguna cuesta veo que no puedo llegar hasta ella, tampoco puse mucho empeño, la verdad, pero me vuelvo sin haberla visto, y eso que mucha gente se dirigía hacia ella con pinta de ir a bañarse, y las zonas de baño hay que conocerlas.
Continúo la bajada y paso junto a las presillas y desde aquí por caminos estrechos pero muy lisos y en ligero descenso llego a Rascafría. A partir de aquí no abandonará la ruta del Lozoya hasta Canencia, una buena cantidad de kilómetros por pista bien cuidada, llanos y con bastantes familias montando en bicicleta.
Embalse de la Pinilla
Cigüeña refrescándose en el embalse
Por esta pista rodeo el embalse de la Pinilla y llego a Lozoya.
Pasado este pueblo me encuentro con la zona más interesante de la ruta, un punte sobre el río en una zona en la que hace unas cascadas y pozas encajonadas entre las rocas dignos de ver. Llegados a este punto y con el calor que hace decido que no abandono el río sin darme un baño, así que avanzo un poco y encuentro una zona en la que el río no va tan encajonado y puedo llegar hasta él casi montado en la bici, el rio no tiene apenas profundidad pero la suficiente para poder tumbarme entero dentro del agua y refrescarme un poco, espero que con esto sea suficiente para poder completar la ruta, porque la verdad es que aunque casi todo es llano y ligera bajada, los kilómetros junto al pantano me han dejado tocado, lo mismo he ido más deprisa de la cuenta. el caso es que el baño me sabe a gloria y cojo la bici con otro ánimo en busca de Canencia.

Cañón en el río Lozoya y puente sobre él. Lo mejor de la ruta
Llego al pueblo con muchísima sed y sabiendo que a partir de aquí viene la segunda subida de la jornada, otro puerto de los míticos para los ciclistas, Canencia, y que promete hacerme sufrir, así que no puedo pasar  el pueblo sin repostar agua, busco una fuente y me como otro sandwich para coger fuerzas, no había parado a sentarme un rato desde la cumbre de Morcuera y llevo ya unos cuantos kilómetros, 45 desde entonces y 55 en total. Me está costando una barbaridad coger la bici de nuevo, pero desde aquí no hay otra, la única forma de llegar a Miraflores, donde está el coche, es subiendo el puerto, así que mejor no dilatar la espera.
La subida empieza por la carretera pero enseguida de salir del pueblo la cruzo para coger un camino con bastante pendiente en su tramo inicial. este pista discurre entre pinos y tiene pinta de estar ahí para que suban los vehículos a limpiar el monte y recoger la leña, pero la verdad es que por ahí no sube cualquier coche, está bastante más rota que otras pistas que he tomado hoy y en alguna pendiente fuerte la rueda trasera patina y cuesta traccionar, pero es completamente ciclable y se sube sin problemas más allá de los que impone la pendiente, fuerte en algunos tramos. Como siempre que subo una cuesta por primera vez se me hace eterna y con el GPS voy echando cuentas de cuanto queda y suponiendo que la bajada de después son 8 kilómetros, la verdad es que esta vez no me confundo y la subida se hace más llevadera al no tener ninguna desagradable sorpresa en forma de tramo adicional a lo pensado.
El último tramo lo hago ya pensando en la cerveza con limón que me voy a meter en Miraflores y pensando en ella y en no tomármela con el estómago vacío me como el último sandwich en la cima de Canencia, el objetivo está cumplido y desde aquí bajo por carretera hasta Miraflores. Conozco otro camino de bajada, pero tiene muchas piedras y cuando se va cansado este tipo de caminos se hacen peligrosos. Si no vas cansado este se hace muy pesado porque por lo menos yo tengo que bajar de la bici en muchos pasos complicados.
La cumbre más lata de la provincia, las 4 torres vistas desde el descenso de Canencia. Estas torres se ven desde casi todas partes donde vayas
Sin más contratiempos llego a Miraflores, cervecita en la primera terraza que encuentro que me sabe a gloria y para casa.
Ruta altamente recomendable, si no hay problemas en Morcuera, es buena para hacer en otoño y si se hace en verano lo mejor es ir preparado para darse algún baño en el embalse de la Pinilla o en el río Lozoya. Se pasa por varias zonas con unas vistas preciosas y el puente sobre el río pasado Lozoya y los saltos del río son dignos de ver. La subida a Morcuera es mejor hacerla por la ruta habitual que podéis descargar de cualquier otro track.
 
Descarga el track

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