miércoles, 27 de noviembre de 2013

Ruta por la serranía de Cuenca

En esta se llega a ver el suelo, hay sitios que solo se ve verde

Otra crónica bicicletil, que hacía mucho que no me daba una ruta digna de mención, demasiada Casa de Campo.
Aprovechando la casita de mi cuñado y el último fin de semana antes del frio de verdad, nos fuimos toda la familia a pasar un fin de semana campestre y conseguí colar la bici en el maletero, un milagro, la verdad, porque el coche iba hasta arriba con la ropa y las mantas para cinco personajes.
El caso es que fuimos a Laguna del Marquesado, un pueblo en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, vaya lugar para andar en bicicleta, mires donde mires solo se ven pinos, por todas partes, ni siquiera en las cumbres de las montañas deja de haberlos. Este punto le da un toque que me llamó mucho la atención, en la sierra de Madrid también hay zonas con muchísimo arbolado, pero miras hacia adelante y siempre hay un punto en el que se acaba la vegetación debido a la altura y en Soria pasa parecido, pero aquí no, vas por un valle por una carretera de mala muerte o por una pista, miras a lo alto de las montañas y sigues viendo el mismo verde, pinos y más pinos.
Aunque busqué en Wikiloc, no encontré ninguna ruta que me diera confianza y además me daba un poco de respeto ir solo por una zona que desconozco por completo y en la que además no hay casi gente, en Madrid sabes que antes o después te vas a cruzar con alguien que sabrá por dónde se anda si estás perdido, pero aquí es otra cosa, no sé donde están los pueblos, ni siquiera se si los hay, no sé dónde van los caminos, no conozco el tipo de terreno, nada, como me pase algo la única salida es tirar del GPS para desandar el camino.
Para rematar, mientras preparo las cosas me doy cuenta de que a pesar de llevar más equipo que nunca, se me ha olvidado la bomba, todos mis repuestos en la mochila sin poder utilizarlos en caso de necesidad.
Opto por la vía menos desconocida, tiro hacia el pueblo y cojo una antigua carretera que va hacia Dehesa Vieja, ese camino lo hice en coche la otra vez que estuve por la zona. El problema es que con el coche no me tuve que esforzar mucho, seguro que si hubiera tenido que empujarlo me habría acordado de las cuestas bestiales que tiene la carreterita. Pronto empiezo a sudar a pesar del frio.
Pasadas estas primeras cuestas empiezo un corto descenso para llegar a la Dehesa Vieja. El camino no tiene gran cosa, pero el entorno, buff el entorno, ni un ruido, unos olores de la leche, si no montas en bici date un paseo por allí, pero merece la pena pasar el rato. Nada más pasar Dehesa Vieja me bajé de la bici a ver si era capaz de encontrar algún níscalo, vi un par de ellos, pero parece ser que los valencianos habían arrasado con todos unas semanas antes.
Seguí mi camino, se supone que el mismo desembocaba en una fuente y ya podía volver para casa, pero resulta que ese trayecto eran 8 kilómetros, con la pereza que me da coger la bici no iba a volverme con un bagaje que podía haber hecho andando, así que cogí la pista que me gustó más y tiré hacia adelante. La pista estaba perfectamente arreglada para el paso de coches, pero solo vi dos y a su derecha en el sentido de la marcha iban saliendo otras pistas más rotas y con unas pendientes que daban miedo.
A la segunda de estas pistas decidí dejar la autopista y empezar a subir, ya no sé si es que estoy muy mal o que la pendiente era muy grande, pero no había sudado así ni en algunas rutas veraniegas, y eso que no debía hacer mucho más de 5ºC.
La pista empezaba con una pendiente bestial, me obligó a meter el molinillo, pero estaba disfrutando como hacía tiempo que no lo hacía, ese disfrute que solo te provocan las rutas desconocidas y en las que el entorno acompaña, en las que tienes la sensación de estar rodando por un sitio por el que poca gente tiene la suerte de hacer sus rutillas. La única pega es no saber dónde voy ni a donde me lleva el camino.
Una vez pasadas las primeras pendientes, el camino suaviza un poco y cambia la piedra suelta por algún tramo con piedras más grandes y fijas al suelo, la bajada puede ser entretenida por aquí y como no se dónde me lleva el camino, tendré que volver por donde he venido.
Me paro a hacer unas fotos, el paisaje no cambia, espectacular, árboles por todas partes, no hay manera ni de intuir por dónde te lleva el camino que estoy siguiendo, no se ve ningún pueblo, nada, sólo pinos y más pinos.
Esta es la laguna. Buenos y fríos baños se daba el marqués

Al final, y después de seguir dos o tres desvíos que llegaban al final de sendos caminos, al llegar a la parte más alta decido darme la vuelta, no me apetece seguir el camino un rato y que se termine y a cambio tener que volver subiendo la cuesta, así que decido volver para casa. El camino ha merecido la pena y bajar alguno de los tramos que he subido seguro que es mejor todavía.
Empiezo la bajada, no es tan divertida como intuía pero está bien, hay que llevar el manillar firme porque hay mucha piedra suelta y algunas zonas de barro resbalan bastante.
Llego a la pista por la que salí desde la fuente, lo primero que veo es un ciervo a no más de 30 metros delante de mí cruzando el camino y subiendo por la ladera de la montaña y luego ya a pedalear en ligero descenso, lo que hace que en poco tiempo esté otra vez en la fuente. Desde allí, 3 kilómetros por carretera y en casa.
Esta ruta era de iniciación, sin ninguna preparación previa y sin saber nada del terreno. Para la próxima utilizaré los programillas de los mapas del GPS y me prepararé una ruta en condiciones, sin tener que ir y volver por el mismo sitio e intentando pasar por lugares que tengan interés. Desde luego, si el pacharán que hay en elaboración en mi casa sale bueno, tendré que volver a coger unas cuantas endrinas para preparar varias botellitas del licorcillo.
Os recomiendo a todos visitar la zona y si tienes una bici mejor todavía, es un sitio digno de ver y patear o bicicletear, yo desde luego no había estado en un sitio como este muchas veces. Sin duda, el próximo viaje a la Laguna no me lo pierdo y la bici viene conmigo si o si.

El track de la ruta que hice no tiene gran cosa, es entretenido y duro, pero sin duda hay rutas mejores que ya os iré contando según vaya descubriéndolas.

Track de la ruta

viernes, 2 de agosto de 2013

Madrid-Segovia, y la Fuenfría pudo conmigo.

Magníficas vistas de Manzanres El Real, de las mejores de todo el trayecto.

Último fin de semana de libertad ciclista de este verano, esta vez con más tiempo para planificar y poder ir acompañado, así que preparo un reto importante, una ruta larga y en constante subida, Madrid – Segovia por el Camino de Santiago.
A las 8:20 salimos del barrio con dirección al monte de El Pardo, buscamos la vía para llegar hasta Tres Cantos pisando lo menos posible el carril bici pero sin intención de coger el rompepiernas que han construído junto a la vía del AVE.
Empezamos el camino muy animados, somnolientos pero animados, por nuestro camino habitual siguiendo las tuberías del Canal de Isabel II, la verdad es que es un poco aburrido, pero no conviene gastar fuerzas tan al principio aún a costa de perdernos nuestros senderos favoritos por dentro de la tapia de el Pardo.
Llegamos hasta El Goloso, donde nos adelanta un grupo de ciclistas que parece que seguirán nuestro mismo camino. Aquí es donde empieza el rompepiernas y no sabemos otra alternativa que el carril bici, por suerte el grupo que nos acaba de adelantar si la conoce, subimos la primera cuesta de la pista del AVE e inmediatamente nos desviamos a un sendero sin dificultad pero bastante más entretenido y asequible que la temida pista.
El descubrimiento de este sendero ha hecho que nuestro camino hasta Tres Cantos sea bastante más fácil y entretenido de lo esperado, así que sin pausa empezamos a seguir las flechas amarillas, que ya aparecen aquí y que nos llevarán hasta Colmenar, entrando en el pueblo por la pista del cementerio.
Una vez en el pueblo, aunque el GPS me manda por la circunvalación, las flechas amarillas nos llevan hasta la puerta de la iglesia haciéndonos rodar en dirección prohibida por una calle. Según mi compañero de fatigas las flechas las ha pintado el del bar de la plaza.
Salimos del pueblo, ahora toca el camino hasta Manzanares El Real, famoso por su castillo. La salida de colmenar es digamos que entretenida, en algunas crónicas de gente que ha pasado por aquí lo denominan trialera, yo no diría tanto, pero si tenemos que echar pie a tierra en algún punto concreto del trayecto.
Pasado este tramo cogemos una pista bastante ancha pero con un firme bastante incómodo, mucha arena y piedra suelta que además de frenar la bicicleta hace que sea realmente incómodo circular.
Por si fuera poco, antes de llegar a  Manzanares hay una cuesta arriba bastante importante que nos hace tomarnos el primer descanso de la jornada, con bocadillos, frutos secos y pasas incluidos. En este punto las vistas son muy bonitas, puede que las mejores de la ruta, aunque esto quizá sea debido a que todavía no voy muy cansado y puedo apreciarlas, cosa que no puedo decir de todo el trayecto.
Ahora toca bajada hacia el pueblo y cogemos el camino que va bordeando La Pedriza para llegar a Mataelpino, es sorprendente la cantidad de flechas amarillas que hay, no me imaginaba que a 700 km de Santiago estuviera ya todo marcado, no nos hace falta mirar el GPS en ningún momento.
En esta zona mis fuerzas empiezan a flaquear, ya no ruedo tan fluido y empiezo a pensar que la subida a la Fuenfría puede ser muy dura.
En una praderita que encontramos paramos debajo de un árbol a hacer lo que correspondería a la comida, bocadillo, almendras, pasas y un membrillo de estos energéticos que venden en el Decathlon, desde luego hoy van a tener trabajo extra si quiero llegar a Segovia.
Después del descanso, que si nos echamos la siesta, que si seguimos, que si tenemos que llegar a Cercedilla igual, seguimos la ruta. Completamos la subida y nos metemos en el pueblo. Grata sorpresa esta al comprobar que es Navacerrada, ya no nos queda nada hasta el pie de puerto y por la hora es posible que todavía lleguemos a coger el tren de Segovia, el objetivo está ya cerca.
Antes de coger la carretera a Cercedilla nos toca un tramo de empujabike pero de los de verdad, casi que carga bikemás que empujabike, voy muy justito y esto es por seguir las flechas en vez de hacer caso por una vez a los que han pasado primero por aquí, que seguro conocen el terreno mejor que nosotros.
Sin ninguna dificultad llegamos a Cercedilla, parada para que mi acompañante, que a estas horas ya va tirando de mi, se compre una barra de pan y una napolitana que dice le sabe a gloria. A partir de aquí empiezan los 13 kilómetros de subida ininterrumpida que llevan  a la fuenfría, tercera vez este mes que me enfrento a esta subida, pero hay una pequeña diferencia entre hacerlo nada más bajar del tren y hacerlo después de 7 horas de pedaleo cuesta arriba casi de continuo.
Ya en la primera fuente de la carretera, parada para rellenar los bidones y algo más, porque voy vacío del todo, he pasado la reserva y todo lo que tengamos por ahí dentro.
Seguimos para arriba, el ritmo es muy cansino, ni siquiera puedo decir que me duela algo o vaya ahogado, nada, falta de fuerzas total.
Nos cruzamos con muchos endureros, este fin de semana hay prueba del Open de España y hoy es jornada de reconocimiento, la verdad es que verles bajar da gusto y envidia.
En la fuente pasada las Dehesas, nueva parada, con bocadillo otra vez, nos vamos comiendo el margen para coger el tren y cada vez veo más lejos el bajar a Segovia, a no ser que queramos llegar a casa a las 11 de la noche.
Tras otra sesión de bocadillo, almendras y pasas y de ver pasar tres grupos de descendedores, retomamos la subida. El ritmo ya es penoso, yo creo que alguno andando me pasaría si no fuera porque a estas horas la gente está dedicándose a comer mejor que a caminar o montar en bici.
Antes de terminar el tramo más complicado me bajo de la bici, voy a hacer andando un rato y luego me monto y completo la subida. En la ducha de los alemanes me monto otra vez en la bici al ver que la pendiente va tomando unos porcentajes más asumibles, pero es solo un par de kilómetros, al rato me vuelvo a bajar pensando en pasar andando el tramo complicado, pero mi cuerpo ya me dice que complicados son todos.
Con esta lamentable estampa llego al mirador de Los Poetas, donde otro grupo de endureros están mirando la salida del tramo 3 y pensando quien empieza, prefiero ni mirarles, porque alguno me ha pasado cuando iba todavía montado, a saber que estarán pensando, aunque si supieran que venimos desde Madrid lo mismo cambiaban de opinión, pero no es mi problema.
Como la bajada del campeonato pasa por el mirados, bajamos andando por miedo a que algún avión de los que se lo están pensando nos pase por encima en el descenso. Nueva parada, ya con la certeza de que es el punto de vuelta y asumiendo definitivamente y sin ningún resquemor que el reto de llegar a Segovia quedará para otra ocasión.
Descanso ya sin prisas y bajada a la estación para coger el tren, al que llegamos 1 minuto tarde, una lástima, ahora tendremos que tomarnos unas cervezas mientras esperamos al siguiente, la verdad es que están ricas tan fresquitas.
Y esto es todo, a partir de aquí la ruta es en tren, lo que iba a ser un trayecto de dos horas desde Segovia se ha convertido en uno de una hora desde Cercedilla.
Aunque en el momento y debido al cansancio no me ha dolido lo más mínimo no llegar hasta donde debiera, con el paso de las horas la espinita se está convirtiendo en un tronco que se ha quedado ahí clavado. El curso que viene sin duda hay que mejorar el estado físico, ahora me queda pensar cómo hacerlo, porque aumentar las rutas de bicicleta no es fácil, habrá que plantearse ir a correr de forma regular y no 2 veces cada semestre.

La ruta me pareció bastante bonita, mejor de lo esperado, y plenamente ciclable, altamente recomendable si estás en forma.

jueves, 11 de julio de 2013

Cercedilla-Fuenfría-Carril del Gallo-Cotos-Bola-Cercedilla.

Como cada mes de julio, algún fin de semana me alargan la cuerda y puedo gastar los puntos hogar en una buena ruta por la sierra. Este año ha tocado pronto, aunque la poca planificación ha hecho que tenga que hacerla solo, cosa a la que por otra parte ya estoy acostumbrado y que no es lo mejor, y menos en rutas como esta en la que hay piedras por todas partes.
Los 38 grados previstos para Madrid también me empujaban a subir lo más alto que pudiera, es una suerte tener a apenas 50 kilómetros y comunicado por tren una zona en la que hace siempre 10ºC menos que en la capital.
El caso es que a las 8:10 de la mañana estaba ya en el andén de la estación de tren esperando que diera la hora de comenzar el viaje.
El vagón iba bastante lleno, había ya varios ciclistas y me tocó llevar la bicicleta sujeta porque no había ningún sitio donde dejarla, al menos pude ir sentado, cosa que no pueden decir los siguientes ciclistas que montaron en paradas posteriores, no había visto el tren con tanta bicicleta nunca, por lo menos íbamos una docena en el mismo vagón. Es curioso, el fin de semana anterior iba el vagón de este mismo tren casi vacío y una semana después apenas cabíamos todos.
Sin ningún incidente aparte de alguna señora enfadada con tanta bici, llegamos a Cercedilla. Esta vez como iba solo no me demoré en el inicio de la subida, si pensaba subir a la Bola del mundo convenía llegar cuanto antes, que esa subida se puede torcer en cualquier momento y cuanto más margen tengas mejor.
La subida a la Fuenfría la hice a muy buen ritmo, sin parar ni siquiera en el mirador de los poetas, lo tengo ya muy visto y había subido la semana pasada.
El no esperar al llegar el tren y no hacer paradas hizo que durante la subida no me encontrara demasiada gente y a diferencia de la semana pasada, no me adelantó ninguno. Lo mismo acabo pagando este esfuerzo al final, pero la verdad es que esta subida a fuerza de tanto hacerla se me va haciendo bastante asequible.
No paro ni en la cumbre, y bajo directamente a la fuente, mucho más fresco, con césped y con la fuente ahí.
Cuando llego hay unos caminantes flipando con la bicicleta que tenía el ciclista que estaba cogiendo agua, la lefty es lo que tiene, como alguien se de cuenta del “detalle” de tener una sola pata la pregunta o el comentario acerca de lo llamativo o de si está rota no falta. Desde luego, aparte del buen funcionamiento que dicen que tiene, este es un claro factor diferenciador.
Después descansar un rato, coger fuerza con el primero de los sándwiches y rellenar los bidones con el agua fresca de la fuente, seguí rumbo al Carril del Gallo. Con este camino tengo sentimientos encontrados, la primera vez lo hice en sentido de subida y me pareció un auténtico infierno, estuve pensando en algunos tramos en bajar a Segovia y volver en tren por no continuar con una subida que tenía que hacer casi todo el tiempo andando, de lo que tampoco me veía muy capaz después de llevar 6 o 7 horas de ruta.
Pero el año pasado lo hice en sentido bajada y me pareció una gozada, lo bajé del tirón sin poner casi pie a tierra y la verdad es que el paisaje y los senderos son de lo mejor que he hecho en rutas ciclistas.
La cosa es que el año pasado debía estar especialmente hábil con las bajadas, porque este año me tuve que bajar en varios sitios y no disfruté tanto de la bajada. Otra opción es pensar que la primavera tan lluviosa que hemos tenido lo ha dejado todo hecho una broza y por eso es tan complicado. El caso es que llegué abajo, dos revueltas de bajada en la carretera del puerto y comienzo de la subida a Cotos. También tengo del año pasado una buena sensación de esta subida, un gran descubrimiento también, sobre todo la llegada a Cotos.
El caso es que mi intención era subir del tirón, sin prisas pero sin pausas, hasta arriba, por lo menos hasta la parte final donde el camino se convierte casi en una torrentera llena de agua que dificulta enormemente la circulación ciclista.
Pero este sábado no iba, el invierno perruno que he tenido, sin ir a correr, sin grandes palizas de bici ni nada está pasando factura y estoy bastante peor que el verano pasado, el caso es que casi al final tuve que pararme y descansar.
Esta subida ya la he descrito en alguna que otra crónica de ruta, es una maravilla, pinos altos típicos de la zona, los famosos pinares de Valsaín que me recuerdan los pinares de Soria, bastante mejores que estos, en lo que tantas veces he estado y que algún día tendré que recorrer en bicicleta con mis hijos, porque varios días por ahí yo solo me parece que no va a ser posible, así que esto quedará para dentro de 10 años.
El caso es que llegué arriba, barrita de cereales y unas de algo parecido al membrillo que compré en Decathlon, están bastante ricas y por lo dulces que están y el azúcar que tienen, deben meter un buen chute de energía, que sin duda la voy a necesitar para el próximo objetivo. La bola del Mundo.
Tras unas amables palabras con la señora que se quejaba de las bicis en el tren, a los que ahora tildaba de gilipollas argumentando que el país que teníamos tan bueno era gracias a ella y los de su generación. Probablemente todos mis amigos y familiares de los que el más cercano está en Dinamarca buscando trabajo piensen lo mismo acerca del maravilloso país que habitamos o habitaban.
Cojo la bici y por carretera rumbo al puerto de Navacerrada. Por el camino me encontré una fuente y no me pude resistir a probar el agua, aunque esta tenía tuberías y todo, pero me supo riquísima también.
Llegué a la base de la pista que sube a la bola y por última vez me pensé seriamente si subir, pero había venido a eso y no iba a volverme al tren a las 2 de la tarde, así que para arriba, directamente plato pequeño y segundo piñón, por si se complicaba más todavía, siempre hay que tener una reserva aunque sea pequeña. Esta vez iba a subir toda la pista en bici, lo que no quiere decir que del tirón.
El principio fue duro, esto estaba muy empinado y empezaba a dolerme todo, pero había que llegar. Seguí para arriba tratando de recordar las dos curvas en las que me tuve que bajar el año pasado. No conseguí recordarlo, pero cuando avisté las antenas vi que ese punto lo había pasado, hora de tomarse un respiro para llegar hasta arriba. Las vistas eran espectaculares. Abajo se veía y se oía a un grupo de niños que habían subido al puerto de excursión. Por mi parte, el vientecillo fresco daba ganas de quedarse allí a pasar el día y la noche, parece mentira que pueda haber tanta diferencia de temperatura en tan poco espacio, mientras en Madrid estábamos a la puerta del infierno por la parte de dentro, aquí se estaba de maravilla y compensaba el esfuerzo hecho para llegar hasta allí.
Después de unos minutos, cogí la bici y continué hasta arriba. No recordaba tan dura la última parte, se ve que la niebla que había la última vez que subí me impidió ser consciente de lo que estaba subiendo, pero esta vez me estaba pareciendo de la parte más dura, no quería ni mirar el GPS para ver la velocidad que llevaba, que sin duda no llegaría a los 5 kilómetros por hora.
Por fin llegué arriba, mi estado era lamentable, estaba supercansado, me dolía el culo, la rodilla, los tendones de detrás de las rodillas, demasiado esfuerzo para mi.
Ahora tocaba comerme el bocadillo que me quedaba y beber agua, descansar, que para la bajada a Cercedilla convenía estar más o menos fresco o el sendero que va paralelo al Camino del Calvario se podía hacer hasta peligroso si no ibas muy atento.
La bajada de la bola es increíble, parece que en algunos tramos no puedas ni parar la bicicleta de la inclinación que hay, los brazos se me cargaron muchísimo, y al cansancio general se unió el esfuerzo de brazos y cuello. Total, que cuando llegué al puerto me plantee otra vez si merecía la pena bajar por el camino complicado, pero otra vez el recuerdo del año pasado, cuando bajaba casi por cualquier sitio, pudo con la cabeza y me fui por el senderito. Ya desde el principio aquello no era lo que esperaba, casi en cada dificultad echaba pie a tierra y en los puntos en los que intentaba no bajarme veía el tortazo más cerca de lo debido. Así hasta que en una zona aparentemente fácil, el pedal dio con algo y salí rebotado hacia el cauce del río. Bajé el talud de unos dos metros de altura a rastras enganchado a la bici y acabé con un pie en el agua y la bici en medio del riachuelo, de esta no sale mi cuadro de carbono. El caso es que sin poner el otro pie en el agua no era capaz de subir la bici al camino y subir yo, así que al final todos los pies empapados. Ahora tocaba revisión de daños. En mi parece que solo había sido un rasguño en el brazo, pero estaba lleno de polvo, así que me tocó meter el brazo en el río para limpiar aquello un poco, como escocía el arañazo, lo mismo era más profundo de lo que parecía, pero no sangraba demasiado.
Así llegué hasta abajo, ahora tocaba tomarse una jarrita de cerveza con limón sentadito en una terracita, menuda imagen más lamentable, un tío solo, arañado y hecho una broza, sentado en una terraza con la bici al lado y metiéndose medio litro de birra para el cuerpo. Pero eso es de los mayores placeres de montar en bici, la cerveza después del ejercicio, fresquita después de haber pasado medio día al sol sudando como un gorrino entra como la seda. Así que no me tomé una, sino dos, y aprovechando que había tiempo me pedí también un bocata de calamares, que no era cuestión de llegar con hambre a casa.
Y de ahí al tren, pasando por un pinchazo que se debió hacer de estar la rueda al sol.
Esto fue todo, una buena ruta, exigente, tanto en lo físico, con tres subidas importantes, como en lo técnico, con dos bajadas por encima de mi nivel y que dieron con mi cuerpo serrano en el cauce de un riachuelo, para haber hecho unas fotos. Algún día me gustaría bajar con una doble o una 29 por estos dos senderos a ver si realmente hay diferencia o son solo tonterías para camuflar la falta de habilidad del piloto.

Os recomiendo esta ruta, cogiendo los trozos que mejor os parezcan, sobre todo para los días de mucho calor, porque ahí arriba hace bastante más fresco que en Madrid, y aprovechad para admirar los paisajes y recoger el olor a pino, que eso si que es increíble.

martes, 18 de junio de 2013

Copa del mundo III. Val Di Sole (Italia). Más de lo mismo (de lo bueno).

Llegó la tercera de la Copa del Mundo. A unos les ha servido para recuperarse de las caídas de Nove Mesto y a otros para seguir afinando la puesta a punto y acercarse a los puestos que quieren, aunque eso conlleva que otros bajan.
Al ataqueeeerrrr
El circuito era muy bonito, puede que el mejor hasta ahora, sin apenas zonas artificiales y las que había no eran la zona más difícil del circuito. Unas cuestas de aúpa, que aunque por la tele no se aprecie bien la pendiente, viendo a la velocidad que subían tenían que ser de las buenas.
Mucho calor, los corredores cogían los bidones en la zona técnica para echárselos por encima. Alguno pagó este calor, es lo que tiene el ciclismo de montaña, como las carreras, sobre todo las que engloban también las disciplinas de descenso, se suelen celebrar en estaciones de esquí, encontrarse con más de 30 grados no es normal.
En cuanto a la carrera, casi clavada a la de Nove Mesto. Nino intentó hacer lo de siempre, marcharse en solitario, y como está pasando este año, sólo le pudo seguir Absalon. Ya en la primera vuelta se vio que serían estos dos los que se disputaran la victoria, y o cambian mucho las cosas o tiene pinta de que será así toda la temporada.
Por detrás Kulhavy, aunque no estaba a demasiada distancia en las primeras vueltas, la forma de correr no daba buenas sensaciones, se le veía muy atrancado en las subidas y dando bandazos, no se si el desarrollo elegido no era el adecuado. Puede ser un inconveniente del XX1, como te equivoques en el plato elegido ya no hay solución, eso los profesionales, que si nos pasa a nosotros y tenemos que gastarnos otros 40 o 50 pavos en otro plato, para echarse a llorar.
Detrás de estos tres, Fontana, muy motivado por correr en casa, intentaba acercarse al checo. En algunos momentos parecía que podía conseguirlo, pero a mitad de carrera empezó a ceder posiciones y no se le vio más por la cabeza de carrera. Este año post-olimpiada parece que está siendo duro para el italiano, o lo mismo es por haberse casado.
Por detrás los hermanos Flükiger. Sin duda han dado un paso adelante esta temporada, se les ve más regulares, y su fuerte suele ser la segunda mitad de temporada, ojito con ellos.
En su persecución el equipo Merida casi al completo. Rodaron casi toda la carrera formando un grupo de tres Cink, Van Houts y Hermida, parecido a como hicieron en Nove Mesto, pero han mejorado un poco, si siguen así lo mismo en alguna carrera los vemos en podio a todos juntos, aunque eso se antoja complicado con lo que hay por delante. Hicieron una carrera de menos a más y terminaron cogiendo a algún desfondado por intentar seguir a los de cabeza, ¿verdad Marco Aurelio?.
Y en las dos últimas vueltas apareció de nuevo McConnell. Este chico parece un fantasma, no se le ve en toda la carrera y en la última vuelta aparece en el grupo de cabeza adelantando a todo el que se pone por delante. Lo mismo es por llevar un traje gris que se camufla en la penumbra. A punto estuvo de coger a los Flu e hizo sexto al final.
La última vuelta volvió a ser apoteósica. Estos dos ya se están acostumbrando a jugarse las carreras en la última vuelta y la hacen a fuego, sobre todo Absalon, que está cogiendo cierto complejo de inferioridad en los sprints. Los mismos compañeros del equipo de Schurter comentaban antes del final que ya se han visto unas cuantas carreras así este año y ya sabemos el resultado. Se les veía confiados en su chico. Y el resultado es que aunque se lancen ataque tras ataque en la última vuelta, suelen llegar juntos a la última curva, y ahí se está imponiendo Schurter este año.
La parejita feliz
Por detrás entró Kulhavy, que no se si dejó ir viendo que no podía alcanzar a estos dos o realmente iba tocado, el caso es que los Flükiger le recortaron en las dos últimas vueltas, lo mismo que McConnell, que entró sexto.
Para lo cascado que se le veía no está mal la llegada
Viendo la llegada de los hermanos, me pregunté que tal le estará sentando a sus actuales directores el que no se disputen las carreras y entren de la mano, lo mismo en estos casos lo mejor es llevarlos a los dos juntos siempre, un pack de hermanos, para evitar estas situaciones. Y por detrás de McConnell, Fontana y Hermida, en otra llegada al sprint que se llevó el italiano. Por sus comentarios después de la carrera, Hermida va cogiendo la forma y se encontró con buenas sensaciones, además el equipo le está ayudando bastante en las carreras, suelen ir tres juntos casi siempre dándose relevos. Desde luego este año se están mostrando el equipo más fuerte con diferencia, tienen cuatro tíos que pueden hacer entre los 10 primeros a poco bien que se les de la carrera y aunque falle uno cada día se han impuesto en dos de las tres carreras. El lastre de Nove Mesto les impide liderar la general, en la que BMC va puntuando con Absalon y Lukas Flükiger.
Que contentos todos con los medallones.
En cuanto a Mantecón, parece que se ha pasado su momento dulce y que ha desaprovechado las carreras en las que podía haber hecho algo grande, aunque un segundo no está precisamente mal, pero la general se le escapa. Esperemos que coja otra punta de forma más adelante para el mundial y las últimas pruebas de la copa, aunque para entonces habrá ya mucho gallo en plena forma. Fue el 23º a más de 8 minutos del primero. Va a ser de gran ayuda la próxima carrera en Vallnord, correr casi en casa seguro que le motiva y le queda más de un mes para esa carrera.
En chicas las ventajas están siendo bastante más ajustadas que en hombres aunque no se vieron los sprints que vimos con los chicos. Destacar la buena carrera de Emily Batty que año a año va subiendo sus prestaciones. El triunfo fue para Tanja Zakelj, seguida de Catherine Nash a 20 segundos y de Emily Batty a 50.
En la general los dos triunfos seguidos de Tanja le permiten tener una cómoda ventaja de 160 puntos sobre la segunda, Maja Wloszczowska.
Mírala que contenta con sus florecillas de tercera.
En la general de chicos manda Schurter con 120 puntos sobre McConnell.
Próxima prueba Vallnord, también con las pruebas de descenso, en lo que será sin duda una gran jornada ciclista, ya en plena temporada estival-vacacional que esperemos que se note en la asistencia a las carreras. Es la que más cerca nos pilla y la motivación que tendrán Mantecón y Hermida seguro que hace que les veamos por la parte de arriba. Yo creo que Hermida hará podio.
Clasificaciones

viernes, 7 de junio de 2013

Los vídeos de las dos primeras

Con un poco de retraso, pero ahí van los vídeos de las dos primeras carreras de la Copa del Mundo. Empezamos.
Albstadt.
Empezamos por los chicos de Spe. A ver que nos cuentan los Cannondale. Y los Merida, con el capo. Por último dejamos a los murcianos. Grande Mantecón.

WC#1 - Albstadt by Wild Wolf Trek Pro Racing from wildwolf on Vimeo.

Ahora vamosa ver los de Nove Mesto. Primero esta vez los Cannondale. Los Merida. No está empezando muy fuerte Hermida. Los Wild Wolf. Vaya caída la de Mantecón. A esperar a la próxima.

WC#2 - Nove Mesto Na Morave (Cze)- Training lap from wildwolf on Vimeo.

Y los Specialized.

lunes, 27 de mayo de 2013

Copa del mundo II. Nove Mesto Na Morave. (República Checa).

Podio final. Schurter, Absalon, Flükier, Litscher y Plaxton.

Este fin de semana se ha disputado la segunda prueba de la Copa del Mundo de ciclismo de montaña, en las modalidades Cross Country Eliminator y Cross Country Olímpico.
El viernes se corrieron las diferentes eliminatorias del eliminator, tanto de hombres como de mujeres, hasta dar con los dos campeones de esta prueba.
El circuito poco tenía que ver con el urbano de la semana pasada en Alemania y casi todas las carreras e disputaron al sprint, a pesar de que había una cuesta importante a mitad de trazado que favorecía los ataques y parecía que se pudieran sacar diferencias, pero no fue así.
Ya el domingo se corrieron las carrearas de Cross Country Olímpico.
El circuito estaba ubicado en una ladera de una montaña, con lo que eso significa, ni un solo tramo de llano y con cuestas que viendo el ritmo al que subían debían tener unos buenos porcentajes. A eso había que sumar las zonas de rocas artificiales y cortados fabricados con pedruscos colocados a mala idea y hacían un circuito bastante exigente y entretenido, sin apenas zonas de descanso y donde todos tenían su terreno más propicio.
Como ya se vio el fin de semana pasado, hay dos que van más fuertes que el resto, Nino Schurter y Julien Absalon se fueron en cabeza desde el principio.
En las primeras vueltas les acompañaron Lukas Flükiger y Tempier, pero como siempre, la compañía no les aguantó ni media carrera. Primero fue Tempier el que se cayó en la zona bautizada como BMX, en honor a lo que parecía un circuito de esta especialidad, con pequeños saltos enlazados en un terreno más o menos liso. A mí personalmente me pareció una caída un poco tonta en una zona que no era ni mucho menos la más difícil del circuito, pero en la tele todo parecía fácil, al menos más de lo que debía ser viendo los ritmos a los que subían y las precauciones en las bajadas. Se hizo daño y no continuó.
A estas alturas, bueno, en la segunda vuelta, algo parecido le pasó a Mantecón. El segundo en la Copa del Mundo sufrió una caída, calificada por el protagonista como tonta, pero que le dejó la rodilla como una morcilla y le impidió volver a montar en la bicicleta. La carrera había terminado para él.
La otra esperanza española andaba por el puesto 20. La pretemporada de Hermida no parece encaminada a esta época de la temporada, esperemos que de lo mejor de si a lo largo del verano y en el mundial posterior.
Vaya subidita

En cabeza de carrera ya se habían quedado solos los dos máximos favoritos para llevarse cada carrera y la general. Se lanzaron tímidos ataques en cada vuelta, pero el resultado fue nulo en cada uno de ellos.
Por detrás, la corte de suizos de cada carrera, encabezada por el pequeño de los Flükiger. Parece que este será su año y que va a ser un asiduo del podio. Ya veremos cuando Kulhavy, Fontana y Hermida cojan la forma, si la cogen, lo que pasa, pero hasta entonces hará más terceros puestos.
Hablando de Kulhavy, esperaba más del corredor local, pero cuando parecía que empezaba la remontada y se lanzaba a por los dos de cabeza, una caída le frenó el ritmo y le hizo perder distancia y sobre todo confianza, porque no se le volvió a ver por la parte delantera.
También se cayó Hermida. Se cayó en el rock garden y se golpeó la cabeza con una de esas rocas que ponen que parecen de decorado pero que por lo que se ve son de verdad, y este fin de semana se han cobrado unas cuantas bajas. Cuando vio que tenía roto el casco y que se mareaba, se asustó y se bajó de la bici. Ya antes del accidente estaba rodando en torno al puesto 20º.
Por detrás de los tres de cabeza, el joven Litscher del Merida Multivan. Durante unas cuantas vueltas le acompañó el otro joven del equipo, Ondrej Cink, pero al final el suizo se fue hacia a delante para intentar pillar podio.
Con estas posiciones se llegó a la última vuelta de la carrera. En el equipo de Schurter parece que tenían plena confianza en el sprint de su compañero e insinuaban que debería ser el francés el que atacara en esta última vuelta, pero el protagonista no las debía tener todas consigo y dio una última vuelta a fuego intentando descolgar a Absalon. Fue una carrera muy parecida a la de la olimpiada y la recordada última vuelta entre Kulhavy y Schurter, sin embargo esta vez el suizo recogió los frutos de su esfuerzo y se llevó la victoria. Durante toda la vuelta parecía que Absalon iba con el gancho, pero no se alejaba más de 5 metros de la rueda del suizo, hasta que en la última bajada, Schurter cogió una ligera ventaja que le permitió entrar solo en meta sin tener que hacer una exhibición de ciclismo de pista al sprint.
La carrera fue muy interesante, estos dos chicos prometen dar espectáculo en cada carrera y todo hace indicar que o Kulhavy consigue subir su nivel o las carreras se las van a disputar estos dos, porque los demás parecen cuando menos un escalón por debajo.
Del ganador de la semana pasada nada se supo, parece que sin barro volverá a su nivel habitual.
Y de los españoles, menos aún. Los dos buenos, retirados por sendas caídas y el resto hicieron 47º Iván Álvarez, 75º Cristofer Bosque y 87º David Escolar.
Como resumen, aunque rompe con la esencia del ciclismo de montaña y no me parece de recibo meter excavadoras en el monte para preparar una carrera de ciclismo, los circuitos son bastante variados y entretenidos y están provocando carreras bastante vistosas e igualadas, con continuos cambios de posición y que permiten a los que van regulando y lo dan todo al final, conseguir buenos resultados por los hundimientos de los que salen demasiado rápidos.
En la general, Schurter y McConnell en cabeza, seguidos de cerca por Flükiger.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Copa del Mundo I. Albsdtadt. (Alemania).

Así terminaron la carrera. Bueno, un poco más sucios.
Que gran carrera vimos ayer, y que poco faltó para que un español comenzara liderando la Copa del Mundo de bicicleta de montaña en 2013.
El circuito tenía de todo, duras subidas, bajadas técnicas, senderos rápidos, cortados artificiales, el rock garden que no puede faltar en ningún circuito actual de cross country, y sobre todo barro, mucho barro, del que resbala, del que mancha, del que destroza la bici, y que iba a ser determinante.
Algunos llegaban con el cartel de favoritos, Absalon, que había hecho una gran temporada, y Schurter, más de lo mismo, y la incógnita de Kulhavy, que por algo es campeón olímpico y que tiene que ser favorito allá donde vaya, y más este año que no hay cita más importante que la copa y el mundial. Y llegaban también los españoles, los de siempre, con Hermida al mando y su nueva pretemporada con poca bici y más esquí, buscando otras cosas, ya son muchos años con la misma rutina y el año pasado tampoco le fue especialmente bien. Y Mantecón, que este si que había dado alguna muestra de estar bien, pero también había pegado algún patinazo en las últimas carreras. Y Coloma viéndolo en su casa.
Con estas empieza la carrera y Schurter sale disparado, en la primera toma que se ve después de la salida ya les lleva como 15 segundo al resto y va con un compañero de equipo, esto pinta como el año pasado, el tipo que se escapa en la primera vuelta y con esa ventaja se hace toda la carrera. Pero igual que sin saber cómo ha aparecido con esa ventaja, en la siguiente toma aparece ya detrás del grupo de cabeza y en menos de una vuelta se queda en torno al puesto 10 – 15 y perdiendo posiciones. Según un miembro de su equipo, tiene un problema con la horquilla y ha elegido mal los neumáticos. Carrera finiquitada para el suizo.
Y empieza el festival de Absalon. Este si que empieza a coger ventaja poco a poco, cada vez más, en las subidas y en las bajadas, cuando hace falta fuerza y cuando se trata de técnica, le da igual, cuando hay barro no hay quien le tosa. Al principio parece que le sigue Vogel, pero como siempre, lo de este chico es cosa de un par de vueltas a lo sumo y va cayendo poco a poco entre los perseguidores.
Después le coge el relevo Mathias Flükiger, pese a estar en un equipo menor sigue dando caña, y durante un par de vueltas parece que el francés no se le va tanto y que en todo caso va a asegurar la segunda plaza, pero una salida de cadena le hace perder la ventaja y parece que las fuerzas, porque aparte del tiempo que pierde colocándola, desde entonces ya no vuelve a ser el mismo. Después de este incidente no se si seguirán empeñados los pros en llevar el sistema de un solo plato. Aunque parecían ser componentes Shimano, llevaba un solo plato sin desviador, ni tensor, ni nada. Mal día para hacer estas probaturas, el barro alemán puede con todo.
Y las cosas que tienen estas retransmisiones de Red Bull TV, con unas cuantas cámaras fijas, hay varias zonas del circuito sin cubrir, así que te vas encontrando sorpresas, como la de ver a Absalon con la bici a cuestas y la rueda colgando. La última referencia que habíamos tenido era de 1,35 de ventaja.
Que buena cara lleva el francés. Buscad en Youtube lo que hizo con la bici. No es para menos.
Y la siguiente imagen es de Sergio Mantecón bajando y una voz de algún español animándole y diciéndole que iba primero. La última vez que lo habíamos visto iba 5º. Lo de verse primero le dio fuerzas y durante la siguiente vuelta parecía que iba aumentando la ventaja y que no se le escapaba la carrera, pero al último paso por meta ya se veía que el grupo perseguidor con Kulhavy, Flükiger, Marotte y McConnell no le iba a dejar ganar tan fácil.
En la subida de principio de vuelta el Lorquino echó el resto y consiguió aumentar algo la ventaja, pero en el punto intermedio esta era ya inferior a 10 segundos. Parecía que sería el checo el que pillaría a Mantecón y se llevaría la carrera, pero en otro punto muerto del recorrido, la siguiente toma ya era Mantecón seguido muy muy cerca por McConnell, un semidesconocido, y más en la Copa del Mundo, del equipo Trek, que según habían comentado se dedicaba solo al descenso, y que estaba echando el resto para alcanzar al español, al que de restos parecía quedarle poco. Total, que los dos juntos llegaron a la zona de meta.
El Neozelandés se puso en cabeza y a pesar de quedar alguna curva en la que se podía hacer algo, Mantecón no parecía tener fuerzas para más y terminó segundo. Por detrás entró Kulhavy, que parece tomarse estas carreras como un trámite pero que vista la clasificación final, sale muy bien parado con bastante ventaja sobre Absalon y Schurter, que parece que serán sus rivales por la general final.
En cuanto a Hermida, al final 11º. Todos los Merida fueron juntos toda la carrera y entraron seguidos en meta en una actuación un poco decepcionante.
Los demás favoritos, Fontana no se dejó apenas ver,entró el 16 y o deja ya la luna de miel o pierde la temporada antes del verano.
El campeonato se presenta interesante, con Absalon y Schurter que parece que están un poco por encima del resto y todos los demás muy igualados, lo que hace que en cuanto bajen un poco estos dos primeros, tengamos un grupo de al menos 10 candidatos a la victoria o el podio.
Próxima cita, el fin de semana que viene. Si no hay tanto baro, seguro que Nino Schurter se quiere desquitar de esta carrera, y Absalon seguro que segura bien todas las piezas de su bicicleta.
Lo mismo había barro y todo.










Clasificación Hombres
Clasificación mujeres

miércoles, 15 de mayo de 2013

Comienza la copa del mundo.



Después de mucho esperar, el fin de semana que viene empieza la Copa del Mundo de ciclismo de montaña con la prueba de . Aunque no es el comienzo oficial de la temporada ni mucho menos, si es el comienzo de lo serio, ninguno de los grandes se toma las competiciones que ha disputado hasta ahora para otra cosa que no sea preparar las pruebas de la Copa y el mundial, ya después del verano, aunque estas sean de la categoría de la Bundesliga Alemana, la Copa Austriaca o el Open de España.
Hasta ahora hemos visto a los capos de este deporte participando en campeonatos de ciclocross, largas pruebas por etapas de ciclismo de montaña y ya en las últimas semanas en pruebas puras de Rallye como las que he mencionado más arriba o campeonatos en otros países, porque algunos han hecho pretemporadas cuanto menos curiosas en cuanto a las carreras elegidas.
Antes de la disputa de la primera prueba en Albstadt esta semana, voy a mojarme y voy a dar algún pronóstico y alguna pincelada de las novedades del campeonato.
En primer lugar, destacar dos bajas importantísimas de dos corredores que han muerto atropellados este invierno, en pocos días de diferencia fallecieron Iñaki Lejarreta y Burry Stander. Algunas de las victorias de este año irán para ellos. Por mi parte, espero que sus familias estén lo mejor posible y que solo lo estén pasando mal en el terreno emocional.
En cuanto a los equipos, la crisis se está haciendo notar, habiéndose producido algunas desapariciones de equipos. Las más llamativas, Orbea y Trek. Aunque este último no ha desaparecido, el peso de la marca en el rallye ha recaído en el equipo español Wild Wolf Trek, un buen premio a su magnífica temporada 2012 y que sin duda les va a meter presión para esta temporada, no es lo mismo correr para demostrar que eres mejor que el equipo oficial que para defender la marca ante los grandes. En cuanto a Orbea, se venía especulando ya desde la temporada pasada sobre su desaparición, si bien no había quedado muy claro si desaparecería o seguiría con un fuerte recorte de presupuesto. Desde luego, Absalon no iba a continuar y los tiempos de ver una bici española como campeona del mundo parece que tendrán que esperar, al menos en chicos. Si ya la situación era difícil, la desgracia de Lejarreta supuso la puntilla, puesto que suponía rehacer el equipo completo sin nadie que le diera continuidad. Esperemos que esto solo sea un descanso para coger impulso y volver con más fuerzas.
Y ya que lo hemos mencionado, hablaremos del gran fichaje de la temporada, Absalon, con sus dos oros olímpicos, los 4 mundiales y las 5 copas del mundo, su fichaje es el intento de BMC de hacer un gran equipo y competir por el campeonato individual y por el colectivo, porque no es el único fichaje de los suizos, empeñados en superar a sus vecinos de Scott.
Durante la temporada ha estado ahí en las carreras, justo detrás de Nino Schurter, aunque Kulhavy ha hecho un calendario algo diferente. Además de Absalon, han fichado a Ralph Naef, el compañero de Hermida durante tantos años en Merida y que prestará buenos servicios en el equipo, donde aportará veteranía y buenos puestos en el segundo grupo, sin descartar ninguna sorpresa. Eso siempre que el ciclismo de montaña no se parezca cada vez más al de carretera y veamos que hay equipos completos que vuelan, independientemente de los corredores y su trayectoria hasta entonces.
Junto a él ha llegado Lukas Flükiger, el menor de los dos hermanos y el que mejores resultados ha obtenido. Como cada año, su mejor rendimiento llegó a partir de la mitad de temporada, pero sus resultados en la última mitad de la copa el año pasado y su rendimiento en la olimpiada indican que estamos ante uno de los favoritos. Habrá que ver si realmente le disputa a Absalon el liderazgo o se queda en el segundo grupo. Y para completar el póker, Moritz Milatz, un corredor que aparece de forma más o menos habitual por los 10 primeros puestos de las carreras.
Para mi, sin duda, es el equipo más fuerte, habrá que ver si sirve de algo el equipo a la hora de disputar los campeonatos.
Hablemos ahora de Merida. Hermida sigue fiel al equipo en el que más éxitos ha cosechado y en el que parece que hay una química especial mutua. Ha renovado por dos temporadas más, pero el equipo ya parece estar pensando en el futuro y parece ser que confían plenamente en él para hacer la transición, y es que Hermida, por su forma de ser, es un valor seguro, a poco bien que le vayan las cosas, acapara imágenes en cualquier carrera y es ahora mismo el corredor más carismático del circuito. Junto a él sigue Rudy Van Houts, que aunque el año pasado no consiguió grandes resultados, va mejorando poco a poco, es joven y parece que puede mejorar. Yo creo que se merece este voto de confianza, aunque un poco irregular, el año pasado hizo algunas carreras bastante buenas.
Aquí tenemos a los 5 magníficos/as del Merida Multivan.

Además de ellos dos, que deberán llevar el peso del equipo en las carreras, tienen dos jóvenes corredores que deberán asegurar los resultados en un futuro no muy lejano, el joven checo Ondrej Cink, y el suizo Thomas Litchter. El checo es campeón del mundo sub 23 y fue la revelación de la carrera olímpica al terminar en el puesto 14 siendo el corredor más joven en tomar la salida. En cuanto al suizo, es campeón del mundo sub 23 en 2011. A partir de ahí se esperan grandes cosas de este corredor que deberá ir confirmando ya durante este año.
En Merida están intentando hacer la transición hacia el futuro de una forma suave y han preferido mantener un grupo que ha funcionado de forma excepcional en carrera y fuera de ella e ir realizando alguna incorporación pensando en que a Gunn Rita Dahle y Hermida no les debe quedar demasiado. En mi opinión, como equipo están un poco por debajo de los 3 equipos punteros, tanto por número de corredores como por no disponer de alguien que sea claramente favorito al campeonato, aunque pueden ganar cualquier carrera, como lleva demostrando Hermida toda la vida. Desde luego, el futuro parece suyo.
Sauser y Kulhavy ganando en Cape Absa. Maillot homenaje a Burry Stander
Vamos con el equipo oficial de Specialized. Aunque por nombres parece que BMC les puede superar, seguro que se resisten a perder su hegemonía. Como en los dos últimos años, creo que Kulhavy ganará casi todas las carreras que se proponga, y al no haber olimpiadas de por medio, estas carreras serán la copa del mundo y el mundial. Su pretemporada ha sido buena, ha ganado la Cape Absa y ha estado compitiendo en la copa de Chipre, donde se ha medido a alguno de sus rivales en la copa del mundo. Todo hace pensar que este año si disputará a tope las carreras desde el principio.
Acompañándole, a pesar de la gran baja de Burry Stander, contará con el suizo Christoph Sauser que en muchas carreras estará casi a la altura de su compañero y a poco bien que le rueden las cosas se mete en podio en más de una carrera, lo que pasa es que ya va siendo mayor.
Y para completar el equipo que luchará por las carreras, cuentan con el estadounidense Todd Wells, el mejor americano de los últimos años en los campeonatos UCI. Entre que los americanos no brillan en esta competición y su edad, parece que sus mejores años habrán pasado ya. No le espero entre los 10 primeros. Junto a ellos estará el japonés Kohei Yamamoto, para el que hacer un top 10 es un gran resultado pero que en pretemporada se ha dejado ver en algunas carreras. Ayudará a sumar algún punto y a vender bicicletas en Japón.
Frente a los americanos y los suizos del BMC, están los suizos del Scott Swisspower, comandados por Nino Schurter, actual campeón de la copa. Para muchos es el gran favorito después de las exhibiciones que dio el año pasado durante casi toda la temporada, pero en las carreras más importantes Kulhavy le demostró que es más fuerte. Veremos este año. Desde luego, del segundo puesto en la general no debería bajar a no ser que se le acumularan las desgracias.
Vaya salto se marca el suizo, es que va sobrado.
Junto a él un grupo de suizos, y esos ya se sabe, del 10º puesto no bajan, así que ahí estarán escoltando a su líder, sumando puntos para la general final y dejándose ver en algún podio. El más destacado podríamos decir que es Florian Vogel. Si consigue regular mejor sus fuerzas y no desfondarse en las primeras vueltas, hará podio en más de una carrera.
Por detrás de Specialized, Scott y BMC podríamos situar, junto a Merida, al Cannondale Racing. Tiene un equipo más reducido y sin un claro favorito a las victorias, aunque si Fontana sigue progresando no se le puede descartar como vencedor en ninguna carrera, pero hasta ahora le ha faltado rematar las magníficas carreras que hizo el año pasado, en muchas de las cuales fue el único que aguantó el ritmo de Schurter y Kulhavy. Su pretemporada no se puede definir como muy activa, no se le ha visto mucho, lo mismo es que su nueva parienta no le deja salir con la bici.
Junto a él estará Manuel Fumic, otro veterano que acostumbra a estar entre el 5º y el 10º puesto sin grandes problemas. Y pensando en el futuro se han traído de las antípodas a Anton Cooper, del que se espera muchísimo ya esta temporada, incluso hay comentarios acerca del verdadero líder del equipo, aunque en ese aspecto, el bronce de Fontana debería pesar por lo menos este año.
Aparte de estos equipos de nivel mundial, hay otros equipos con menos recursos en los que se encuentran algunos de los corredores que darán que hablar. Tal es el caso del español Wild Wolf Trek. Como ya he comentado, este año llevarán el peso de Trek en el cross country. Para ello cuentan con dos corredores españoles que ya dieron mucho que hablar el año pasado, Carlos Coloma y sobre todo Sergio Mantecón. Ellos solitos prácticamente consiguieron la quinta plaza por equipos en la copa del 2012, con la ayuda del argentino Catriel Soto.
Este año siguen con la misma plantilla, un año más viejos unos y un año más expertos otros. Personalmente, pienso que Mantecón este año va a estar en varias carreras por delante de Hermida y si este año no confirma las expectativas me borro de seguirle más.
Mencionamos ahora al BH Suntour, por ello de correr con bicis españolas. En este equipo corre otro español, Pablo Rodríguez, una eterna promesa que a ver si hay suerte y este año se deja ver por los puestos de cabeza en alguna carrera, aunque el fuerte de este equipo es la parte femenina, que son las que pueden hacer ver bicis españolas por las partes altas de los podios.
En el Bianchi corren Martin Gehbauer, que hizo una gran carrera en la olimpiada y que se ha dejado ver ya en alguna carrera aparte de esta, y Héctor Leonardo Páez, un colombiano que aunque lleva un tiempo sin hacer grandes cosas es un tipo conocido y que en el pasado estaba ahí.
Otro corredor destacado es Fabian Giger, del Giant, otro suizo más. También tuvo carreras muy buenas el año pasado y a sus 26 años todavía está en crecimiento y debería ser de los que diera guerra a los veteranos.
En definitiva, después de este tocho, me voy a mojar:
Campeón: Kulhavy.
Subcampeón: Nino Schurter.
Tercero: Absalon.
Cuarto: Fontana.
Y mi pronóstico para los españoles:
Hermida: Hará tercero en alguna carrera, aunque su posición habitual creo que será entre el 5º y el 9º. Sergio Mantecón: No creo que pase del 5º puesto, siendo su puesto habitual entre el 10º y el 15º.
Carlos Coloma: si se recupera bien de su lesión, más o menos igual que su compañero.
Campeón por equipos: BMC.
Nada más, recordar que como el año pasado, las carreras las podremos seguir por el canal de TV de Red Bull. Que disfrutéis todos de la temporada y ya iré comentando las carreras que pueda ver.

Calendario de pruebas
Listado de equipos

domingo, 17 de marzo de 2013

La Rocosa de Moralzarzal. Una y no más.

Por primera vez me había apuntado a una de estas marchas multitudinarias que tan de moda están los últimos años. Esta no se trataba de una maratón tal cual, era de 48 kilómetros, lo que la hacía asumible para un globero como yo y no suponía todo el día con la bici, podía comer en casa. La marcha la verdad es que me pareció atractiva, englobada dentro del circuito 4 estaciones organizado por Last Lap, con amplia experiencia y que de un par de años a esta parte la gente no hablaba mal de sus marchas. Si que me hacía dudar los 2000 inscritos, mucha tela como no nos metan por una autopista. El caso es que a las 7:45 suena el despertador y allá que voy, a ver que me encuentro. Antes de las 9 estoy ya en el polideportivo de Moralzarzal y a las 9:15 he recogido el dorsal, me he bebido dos vasos de calo y comido unos cuantos pistachos, todo ello ofrecido por la organización. Desde luego, esto empieza bien, no hay colas para el dorsal y ya hay avituallamiento antes de empezar. A las 10 en punto se da la salida. Yo me coloco a cola para poder ir a mi ritmo sin que la gente me vaya atosigando por detrás, seré yo el que vaya adelantando gente cuando lo considere oportuno. Aunque todavía no ha empezado a llover, el color del cielo ya nos va poniendo en situación y me doy cuenta que esta vez Aemet no va a fallar, ha ido retrasando las lluvias toda la semana y cambiando la nieve por agua, pero el domingo era lluvia segura por más páginas de predicción que visitara. El inicio es una pista ancha con mucho barro y ya nos vamos haciendo a la idea de que nos vamos a mojar un poquito, hay mucho barro, aunque por lo menos es del que te hace resbalar y mancha la bici pero no lastra demasiado, y de momento se pueden ir salvando los charcos. Este primer tramo se hace muy lento, somos muchos y a la menor dificultad hay frenazos, pero no se lleva mal del todo y a partir de los 3 kilómetros ya podemos rodar más o menos a nuestro ritmo. Eso hasta que llegamos a la primera subida, sin ninguna dificultad y no demasiado exigente, pero ya hay gente que se para y se baja de la bici, así que yo viendo el ritmo de subida decido hacerla andando, voy a la misma velocidad y me evito algún enganchón. Una vez superada esta subida ya se va despejando más el tema, aunque si que se forma algún pequeño tapón que obliga aponer pie a tierra. A estas alturas ya llovía a gusto y habíamos pasado algún charco de esos que parece que la bici se va a quedar buceando. Lo bueno es que como vamos muchos ya ves que se pasa bien y te lanzas sin miedo aunque no veas por donde nadas. Y todo iba bien hasta que llegamos a las faldas de la Pedriza. Una vez dejada atrás la entrada al parque y con un pequeño paseo de empuja bike de 10-15 minutos llegamos a un sitio donde no se podía pasar con la bici ni yendo solo. Consecuencia: más de media hora parados. En algunos momentos me empiezo a mosquear, aunque tampoco demasiado. Para mi es un fallo de la organización meter a 2000 personas por aquí, no se puede hacer una marcha de estas y querer tener un recorrido divertido. Con tanta gente no puedes salir de las pistas y creo que si alguien de medio ambiente pasa por allí mañana y ve los destrozos que hemos hecho por intentar adelantar algo saliéndonos de la ruta marcada no me extrañaría que prohibieran estas marchas. Yo personalmente lo haría a no ser que fueran por pistas anchas todo el tiempo. Ya habíamos pasado lo peor y el cuenta marcaba ya 17 kilómetros, quedaba muy poco para el primer avituallamiento. Buena noticia, aunque parecía que eramos muchos, no me cuesta conseguir barritas, geles y fruta, muy bien este punto. Me zampo las dos barritas y sigo ruta que ya veo que se me va a hacer muy tarde. Al llegar a Becerril veo que hay otro tramo de empuja bike. Aunque me encuentro bien y no tengo frio, no estoy dispuesto a pasar otro rato con la bici parado. Son más de las 12, he pasado un rato con la bici, me he manchado y aunque no he hecho muchos kilómetros no me apetece seguir con esto, así que cojo la carretera y enfilo a Moralzarzal, ni ruta larga ni leches, a llegar cuanto antes al coche, ducharme y por lo menos a llegar a comer a casa. Entro en meta y ni paro, me voy directo al coche, guardo la bici y a la ducha. Aquí viene lo mejor de la carrera esta, las duchas eran bastante abundantes, al menos cuando yo he llegado había sitio para todos, y el avituallamiento final más que suficiente, bebidas, galletas, fruta y perritos calientes. Me zampo dos perritos, cojo la mochila de los regalos y a casa duchadito. Lo peor va a ser sacar toda la ropa embarrada en casa. Como experiencia no ha estado mal, me picaba el gusanillo de estas marchas y ya he hecho una. Es muy probable que alguna vez me piquen los amigos y vaya a alguna más, pero mi intención es no volver a pagar por una cosa de estas. No se puede hacer un recorrido medianamente atractivo para 2000 personas. Supongo que la lluvia lo habrá hecho todo peor, pero el trozo de recorrido que yo he visto me parece bastante aburrido y las partes divertidas no las disfrutas por la cantidad de gente, aparte de los tapones. Que no se entienda como una crítica a la organización, en todo lo que está en su mano han estado muy bien, quizá el tramo del tapón deberían haberlo cambiado, por ahí no pueden pasar ni 30 personas juntas sin bajarse, como para meter 2000, pero los avituallamientos, las instalaciones, la recogida de dorsales, etc, han estado muy bien, al menos lo que yo he visto. No pongo ni track puesto que no he hecho ni la mitad de la ruta, por camino creo que he hecho 23 - 24 kilómetros y he cogido la carretera para ir a Moralzarzal y abandonar. Después de probar esto de las marchas, creo que no volveré a escribir una entrada con las marchas que se celebren, para mi esto no es mountain bike. Lo bueno de la ruta, la zapas de invierno que me he pillado son buenas de verdad, hasta el final no se me han mojado los pies y eso que he estado en charcos con el agua por la espinilla.

lunes, 4 de marzo de 2013

Un paseo por el Soto de Viñuelas.


El pasado domingo me volví a juntar con uno de los grupos con los que salgo en bici de vez en cuando, aunque el invierno pasado fui bastante asiduo a sus rutas quincenales, hacía ya casi un año que por diferentes motivos no nos veíamos.
Aunque la asistencia no fue ni mucho menos elevada, si que fue suficiente para que nos diéramos una vuelta con la bici en un domingo en el que había estado de alarma por bajas temperaturas, así que la cosa prometía y además me permitiría probar mis recién compradas botas de gore tex en condiciones adecuadas.
La ruta elegida fue la que solemos hacer cada año como comienzo de temporada, bueno, la suelen hacer el resto, porque a mi no me gusta y normalmente me la salto. Además de no gustarme mucho el recorrido, me fastidia tener que coger el coche para ir a un sitio que no aporta nada respecto la Casa de Campo y no digamos El Pardo, pero esta vez y por ver a los compañeros me apunté.
Empezó todo como el culo, un poco antes de llegar a Sanse el coche empieza a calentarse. Me paro en una gasolinera y no tiene ni pizca de agua. Otra más para aumentar mi estima por esta ruta.
Relleno el depósito y llego al polideportivo de San Sebastián de los Reyes. Allí está ya Luc montando su bici, calzándose y demás zarandajas propias de la pereza que da montar en bici con este frio y a esas horas, y es que hacen falta ganas para levantarse un domingo a las 8 de la mañana con temperaturas bajo cero para darse una vuelta en la bici.
Al rato llega Santi y nos confirma que estamos todos, así que nos preparamos, nos vestimos y empezamos a andar. Para empezar una buena cuesta y nada más pasarla una bajada rapidilla para llegar a las afueras de la urbanización del Race (creo que se llama así), una ración de calle asfaltada y casoplones de los que nunca tendremos y vuelta a los senderos.
La ruta es bastante suave y discurre junto a la tapia que delimita el Soto de Viñuelas, que debe ser la finca privada de algún noble y que incluye castillo y todo.
Hasta llegar a los alrededores de Tres Cantos es la zona más entretenida, porque una vez que llegamos a las inmediaciones del polígono el camino se vuelve un poco más pestoso, con pistas más anchas, paisajes menos verdes y un poco sensación de estar rodando por descampados en lugar de por el monte.
En esta zona ya empezamos a cruzarnos con más gente, ya es media mañana, ha salido el sol y el tiempo no es como lo habían pintado, al final se va a quedar una buena mañana y todo. Nos cruzamos con bastantes ciclistas a los que se nota que están empezando en esto y con bastantes corredores, algunos casi van más rápido que nosotros, para que os hagáis idea del ritmo.
A estas alturas Santi ya dice ir tocado y bajamos un poco el ritmo.
Sin más que comentar llegamos al carril bici y hacemos el tramo correspondiente hasta llegar al cementerio de La Paz, donde empieza el camino de vuelta.
Esta parte es bastante entretenida, es ligera bajada y vamos a buen ritmo, eligiendo según el tramo entre la pista ancha y el sendero estrecho que va a su lado.
Y cuando creíamos que estaba todo hecho y que no nos íbamos a cansar más, nos llega una subida bastante interesante. Me pongo a tirar, aunque eso solo lo note yo al sentir el cansancio, no porque se aprecie un ritmo decente, y cuando llego arriba no veo a mis acompañantes. Me extraña tanta distancia, pero lo mismo van tocados de verdad. Cuando llegan a mi altura me devuelven al suelo, en una bajada se han chocado y han caído, aunque no se han hecho nada han perdido algo de tiempo y por eso he llegado con tanta diferencia arriba.
Y esto ya si que es el final, un pequeño tramo de llaneo hasta salir de la tapia y vuelta a los coches.
Otra vez que no he disfrutado esta ruta, el recorrido no tiene grandes atractivos para mi, pero es que además por una cosa o por otra siempre me pasa algo que me fastidia la ruta. La primera vez fue en una nocturna y era no llevar la iluminación adecuada, otra vez los continuos retrasos y ver que no llegaba a comer a casa y esta vez pensando en el coche, en si podría llegar a casa y el palo de la reparación.
Tengo que probar algún día a hacerla desde casa para meter kilómetros, aunque tampoco me hace gracia ir por el carril bici con la de montaña, por lo menos si será una ruta durilla con 30 kilómetros de carril y otros 30 de campo.
Yo personalmente no recomiendo esta ruta si vives en Madrid, pero si te pilla cerca de casa es una buena opción para rodar por el campo y para iniciarse en esto, hay zonas de senderos que si se hacen entretenidas, aunque para mi pesen más los tramos en la urbanización y la parte de llegada a Tres Cantos.

domingo, 13 de enero de 2013

XXX Cross de invierno AD Ciudad de los Poetas.


Aunque no es el objeto de este blog hablar de otras cosas que no sean bicicletas y afines, voy a hacer una excepción. Ayer domingo 16 de diciembre se celebró la trigésima edición del cross de invierno Ciudad de los Poetas. Ya he participado en alguna otra carrera, pero esta es en mi barrio y se hace desde hace 30 años gracias a la ilusión y el esfuerzo de los componentes de la Agrupación Deportiva Ciudad de los Poetas, y por eso os pongo aquí la crónica de lo que fue una entretenida mañana.
Si buscáis por internet, casi todas las referencias a esta prueba van en la misma línea, cross más bien durillo a pesar de la corta distancia y gran ambiente para pasar una buena mañana, destacando el trato y la amabilidad de todos los miembros del club organizador.
Aprovechando la ocasión, quedamos unos cuantos padres del cole para correr nosotros y luego que corrieran los niños, pues además de las carreras de todas las categorías oficiales, al final hay una carrera de chupetines, la guinda a toda la fiesta y que los niños disfrutan como ninguno.
La mañana se presentó nublada aunque aparentemente sin excesivo frío, aunque a lo largo de las carreras más de uno se fue destemplando hasta el punto que alguna de las acompañantes terminaron muertas de frío, no así los atletas, a los que las cuestecillas del recorrido calentaron a base de bien.
Con un poco de retraso empezó la carrera de veteranos, que es la que me toca ya desde hace unos años, menos mal, por lo menos quedaré delante de alguna jubilada. El objetivo es hacer un tiempo menor de 35 minutos y quedar por delante de algún padre del cole, vamos, no ser el último de los conocidos.
Ya en la salida numerosas caras conocidas del barrio, y es que esta carrera empieza a tomar la función que en su día tenían las fiestas del barrio, todos los amigos de pequeños y jóvenes que pasábamos horas y horas juntos ahora ya solo nos vemos en ocasiones muy concretas, y esta parece que es una de ellas para cada vez más gente.
Empieza la carrera y teniendo presente la experiencia del año pasado, mejor no forzar ni siquiera en la bajada inicial, que al final todo se paga. Antonio, Diego y yo vamos juntos, esta primera vuelta es un poco complicadilla porque somos bastante gente y el camino tiene surcos y árboles por el medio, así que mejor ir con cuidado, ya adelantaremos a los que podamos más adelante, que 6 quilómetros dan para mucho.
Pasados los primeros metros de bajada empiezan los requiebros para que el recorrido no sea primero subir y luego bajar y de paso hacer algunos metros más. El año pasado estas curvas me mataron, cuando crees que ya llevas media vuelta o que sólo te queda enfilar hacia la zona de meta, otra curva y para atrás, encima con cuesta, así que habrá que dosificarse.
Una vez pasada esta zona toca ya la subida de verdad. Aunque a simple vista tampoco parece tan empinada, el caso es que por muy cortos que des los pasos te vas cansando cada vez más, definitivamente me va mejor ir en bici que correr. Menos mal que poco antes de meta están la familia y los amigos que te dan ánimos para llegar dignamente al final, y así 3 vueltas.
Al final ,en la última vuelta, consigo alcanzar a un conocido y dejar atrás a dos de los padres del cole, así que objetivo cumplido, y con un tiempo de 32 minutos aproximadamente.
Coca cola, revista y a cambiarse para esperar a que corran los niños, que ya están como locos y no hacen ni caso a las carreras.
En definitiva, os recomiendo que acudáis a esta carrera y cualquier otra que se le parezca, porque te lo pasas bien, los niños disfrutan, haces ejercicio, se lo merecen los que con tanta ilusión lo organizan y porque es gratis.
Por cierto, este año han batido record de participación y para el año que viene es posible que se limiten las inscripciones o se ponga fecha límite para no estar dando dorsales hasta 5 minutos antes de la salida. En todo caso, veréis como todo son facilidades y pasáis un rato agradable.

A Colmenar otra vez, esta vez con la gorda.

Vista panorámica de Madrid. Tomada desde la pista del Canal de Isabel II entre Tres Cantos y El Pardo.

Pues dos semanas después de mi paseo con la flaca, vuelvo al mismo lugar pero por otro camino.
El plan era ir a El Escorial, pero a última hora decidimos que con el frío que hace no es plan ir a hacerse una ruta que tiene tramos no ciclables para globeros como nosotros y que mejor ir a Colmenar. En principio no me atrae mucho la idea, pero me prometen llegar hasta allí sin pisar asfalto y eso, sea bonito o no el camino, tenía ganas de conocerlo desde hace muchos años.
La excursión incluye bocadillos, tengo el día libre, desde el verano no había librado y también echaba en falta una ruta de las de varias horas y sin prisas por volver.
A las 10:20 nos ponemos en marcha, lo bueno de esta ruta es que salimos montados desde casa, ni coche ni tren ni nada, 2 quilómetros y a la tapia de El Pardo y desde allí todo pista hasta se supone que Colmenar.
Hace varios años que no hacía ese camino, el trozo entretenido está a partir de la clínica SEAR y la última vez que pasé por allí había demasiada vegetación como para pasar con la bici y el talud hasta la vía del tren imponía respeto. Ahora la vegetación está bastante más cuidada, no es que haya menos, es que han debido limpiar un poco el monte, y las vías han desaparecido, y no es lo mismo ver una cuesta que si se te va la rueda terminas en la vía que ver la misma cuesta por la que puedes bajar haciendo la croqueta con el riesgo de unos raspones como máximo.
El camino empieza subiendo junto al campo de golf por la parte interior de la valla del monte de El Pardo, para cruzarla en cuanto pasamos el campo y coger la pista que va paralela a la valla hasta la clínica, antes del Goloso. Este tramo la verdad es que no me gusta mucho, es como un descampado que vas atravesando por una pista con muchos surcos en algunos tramos.
Una vez en la clínica se coge el sendero que va paralelo a la vía junto a la valla, nuestra compañera casi toda la mañana, es la parte más entretenida del trayecto, es un sendero ratonero, con alguna cuesta en la que echo pie a tierra y con muchas curvas y repechos. Por este sendero llegamos a la estación de cercanías del Goloso. Algo gordo debe haber en el cuartel porque está todo lleno de coches y gente con vestidos bastante elegantes. Una vez pasado el aparcamiento y sus alrededores, cogemos la pista que va junto a las vías del AVE. Es toda recta si la miras desde arriba, pero desde la pista lo que ves es un auténtico y pestoso rompepiernas, todo cuestas bastante empinadas, subes y vuelves a bajar para volver a subir inmediatamente otra vez, la verdad es que es muy cansado.
Así llegamos hasta Tres Cantos. Un poco antes de llegar el camino está cortado por el Aula de Naturaleza, lo que nos obliga a ir para atrás y buscar un paso hasta el carril bici para poder continuar, es el único tramo de asfalto de todo el camino. Hacemos ese quilómetro hasta el hotel de Tres Cantos y ahí volvemos a dejar el carril para coger una pista que se va alejando poco a poco de la carretera y que está marcada como Camino de Santiago, confiemos en que llegue a Colmenar, porque a estas alturas ya va pesando la sed.
Enseguida vemos una fuente, pero cuando nos acercamos no tiene agua, o alguien ha cerrado el grifo si lo tiene o las últimas lluvias todavía no han llenado el acuífero que tanto habrá sufrido durante el verano. El caso es que aunque no haya agua, decidimos comernos el primer bocata al solecito, hace frio, pero al sol te puedes permitir hasta quitarte la chaqueta y estar más o menos a gusto.
Colmenar se ve ahí al lado y parece que este camino si que nos va a llevar hasta allí.
Ya pasado el cementerio toca comerse el otro bocata al lado de una ermita que hay junto a la carretera, la verdad es que la ruta se nos ha hecho corta y decidimos volver para ver si encontramos el paso en la zona que estaba cortada.
Esta vez si cogemos el carril bici y llegamos a Tres Cantos en un momento, aquí es donde parece que llega el camino que estaba cortado pero en este lado está abierto. Pero la alegría dura poco, después de una bajada nos encontramos otra valla que nos impide el paso, así que media vuelta y a seguir por el carril hasta el goloso para volver a coger el sendero, a ver si en sentido contrario podemos pasar sin bajarnos de la bici. En la primera cuesta grande si que la bajo, pero las dos siguientes se nota que ya no estoy para arriesgar y las bajo andando, es lo que tiene la edad, no se ven excesivamente complicadas, pero uno ya es viejuno para estas cosas.
Sin más incidencias llegamos al cruce de la carretera de El Pardo a Fuencarral. Aquí decidimos meternos en nuestro coto particular que es el monte de El Pardo y volver a cas por el camino habitual de las salidas domingueras de toda la vida, mucho más entretenido que la pista que va por fuera de la valla.
En definitiva, un buen día de bici y aunque parecía que no había hecho grandes esfuerzos, los 60 quilómetros pesan y por la tarde casi no puedo ni moverme, como hacía tiempo que no me pasaba. Ruta aceptable, más que nada por saber como llegar hasta Colmenar por el campo y si algún día estamos en forma se puede intentar ir desde casa hasta la sierra sin coger el tren.

Track de la ruta

sábado, 12 de enero de 2013

A Colmenar con la flaca

Después de unas cuantas semanas sin actualizar el blog, cuelgo la rutilla que me hice hace ya diez días para probar mi última adquisición. Después de la desastrosa última salida con mi Macario de carretera, en la que me tuve que volver 18 quilómetros con la rueda pinchada, decidí modernizar mi flota de bicicletas con una nueva flaca. Bueno, nueva entre comillas, porque es otra adquisición de segunda pata por lo menos, pero al menos ya lleva tecnologías más modernas como los cambios en las manetas de freno y 9 piñones. Esto me permite que si un día me da por utilizar la bici de carretera más de 3 veces al año como hago ahora pues puedo ir poniéndole cosas nuevas como hago con la de montaña. La flaca en cuestión es una Giant Pelotón Super Lite, largo nombre para la bici en cuestión, que debe ser la gama de entrada de Giant de hace unos años, aunque va montada entera en Shimano Tiagra, lo que ya se agradece, al menos todas las piezas son de un nivel similar y tratándose de Shimano seguro que un nivel más que eficaz, aunque sea de la gama media-baja de carretera. La verdad es que las fotos que había colgado el anterior dueño en internet para su venta no le hacen justicia, cuando la saqué de la caja me sorprendió lo bonita que era, el buen estado general y sobre todo las ruedas. Probablemente sean unas ruedas peor que normalitas, pero el perfil alto en tonos azules le dan un toque de nivel a la bicha. El cuadro es de aluminio en colores amarillo, azul y rojo, bastante alejado de las tendencias actuales pero bastante llamativo, con unos buenos acabados y la calidad general que se puede esperar del primer fabricante de bicicletas. Vamos ya a la ruta, aunque la verdad es que no tiene gran cosa, como el 90% de las veces que decido salir con la bici de carretera mi destino es el carril bici que une Madrid con Colmenar. Suelo empezar por el anillo verde a la altura del campo de golf por donde se accede al monte de El Pardo y desde allí en poco tiempo estoy en el cruce con la carretera de Colmenar, aunque con unas buenas subidas ya en las piernas. El primer tramo del carril está en bastante mal estado, hay que cruzar con la intersección de la M-40 y lo que debía ser una medida provisional durante las obras parece que ha quedado como definitivo, el suelo es de hormigón bastante irregular, muy estrecho y sin marcas separando los carriles, la separación con los coches es en algún tramo un simple bloque de cemento y va muy pegado también a la valla que impide el paso a las vías del tren. Menos mal que es poco trozo y a partir de ahí la cosa cambia y el firme mejora bastante, está más o menos liso y bastante limpio, que siempre es de agradecer sobre todo circulando con las ruedas finas que se pinchan con nada. Hay algunos pasos subterráneos con poca visibilidad y estrechos que obligan a advertir de nuestra presencia a los que vengan en sentido contrario para evitar sorpresas, pero son apenas dos sitios. Nada más coger el carril me adelanta un hombre que aunque no lo sabía me iba a acompañar la mitad de mi ruta, aunque al principio me sacó algo de ventaja enseguida cogí el mismo ritmo que él y le mantuve a la vista. Me sorprendió que cuando cogía a otros ciclistas les pasaba a toda velocidad, aminorando la marcha poco después, debió ser lo que hizo conmigo. El caso es que en un tramo en el que sin darme cuenta aceleré un poco más le di alcance, la verdad es que el tío iba fuerte y no pude adelantarle, me mantuve a una distancia prudencial para que no pareciera que iba chupando rueda durante unos quilómetros y en un pequeño repecho le pasé. Viendo el ritmo pensaba que se dejaría coger unos metros de ventaja y seguiría a su rollo, pero el tío se puso a mi rueda, ni me adelantaba ni se alejaba. No se si esto es normal en carretera, pero a mi me puso un poco nervioso. Hasta Tres Cantos la ruta es bastante llana, aunque pica un poco hacia arriba , de lo que te das cuenta a la vuelta, se va muy bien y se cogen fácilmente velocidades constantes de 25 – 30 km/h. El caso es que en ese tramo rodamos más o menos a la misma velocidad y a ritmo constante (excepto cuando alcanzaba a alguna grupeta). Un poco antes de llegar al desvío de Tras Cantos a la altura del hotel decidí pasarle, como he comentado pensaba que se quedaría un poco atrás, pero el tío decidió hacerme la salida entretenida pegándose a mi rueda. El caso es que nos picamos los dos y nos hicimos unos quilómetros en plan profesional, en el llano se me pegaba a rueda y en los repechos yo apretaba para que no pudiera pasarme. El paso de los quilómetros iba haciendo mella en mí y ya en el tramo entre Tres Cantos y la primera salida de Colmenar iba bastante tocado, lo que pasa es que a ratos dejaba de oír las ruedas de mi acompañante, lo que me hacía pensar que él estaba peor todavía. Este tramo que acabo de comentar es bastante más duro que el anterior, deben ser apenas 10 quilómetros o menos, pero pesan bastante más que los 20 anteriores, hay bastantes repechos y la carretera ya va constantemente hacia arriba, sin ningún disimulo, y eso se va notando en las piernas. El caso es que poco después de la salida hacia Colmenar yo decidí que hasta allí había llegado, me paro y a comerme mis barritas, que después de un calentón saben mejor, y que mi acompañante siga la ruta hasta donde llegue. Media vuelta y para casa, en este momento llevo 25km/h de media, no está nada mal para lo que acostumbro y en la vuelta lógicamente la media mejora porque es bajada y hay trozos que sin dar apenas pedales se puede rodar cercano a los 40 km/h, incluso me da para hacer casi todo el camino de vuelta en plato grande, que para mi en una de carretera son palabras mayores. Sin más incidencias llego al trastero, guardo la bici y a desayunar, que es lo que mejor sabe de la bici. Lo que pensaba una salida tranquilita para probar mi nueva burra se ha convertido en una buena mañana de bici y con un buen ejercicio. Respecto a la bici, muy contento, la talla o la geometría o lo que sea parece que me viene mejor que mi antigua Macario y solo me falta ajustar un poco los cambios y aprender a manejar las manetas, porque muchas veces aprieto las dos a la vez y no consigo cambiar.
Track de la ruta